Caracoles

 

 Ayer domingo por la tarde fuimos mi marido, mi hijo y yo en bicicleta cerca de nuestra casa y cogimos un montón de caracoles. Pesaron más de 3 kilos. ¡Qué barbaridad! Así los tuvimos que dividir entre 2 recipientes, echarles harina para que comieran e hicieran sus "necesidades" por la noche y cocinarlos a la mañana siguiente, es decir, hoy.
   Mi madre vino para ayudarme, pues yo tenía que hacer muchas más cosas además de cocinar y, entre las dos, os mostramos cómo hacerlos.

Ingredientes (para 1 kilo de caracoles):

1 kg. de caracoles

1 cabeza de ajo

1 guindilla

Un puñado de culantros secos

Un puñado de comino

Un puñadito de pimienta negra

Hierbabuena

Aceite de oliva

Agua

Sal

Modo de hacerlo:

   Se lavan los caracoles bastante bien, como las cabrillas. Se ponen al mínimo en la candela hasta que estén muertos. Entonces, se introduce la cabeza de ajos, se les echa un puñado de sal y se espuman.

   A continuación los vamos sacando con una espumadera de alambre, a ser posible, para que queden más limpios. El resto del caldo se va colando con un colador y se le va vertiendo a los caracoles de nuevo. Deben estar cubiertos con líquido. Si es necesario, se agrega un poco de agua.

   Por otro lado, majamos el comino, la pimienta, la guindilla y los culantros. Todo esto se introduce dentro de un paño limpio y lo atamos para que no se salga. Lo metemos en la olla para que vaya soltando el jugo mientras hierven los caracoles.

Tuvimos que cortar otra tira más de tela, anudarla y pillarla con el recipiente que veis en la foto de abajo para que no se hundiera en la olla o quedara flotando a su merced:

   Un poco antes de que estén tiernos, se agrega la hierbabuena. Yo calculo que pueden tardar una media hora, pero debemos ir probando hasta que estén tiernos.

   A la hora de apartarlos en el plato, se pueden rociar con un poquito de aceite de oliva sobre ellos, dependiendo del gusto de cada cual.